Tonto el que no entienda, cuenta una leyenda… que en una plaza muy pero que muy especial coincidieron unos personajes más especiales aún si cabe. Porque quien puede imaginar a:
• Un hada que no puede volar (Maite)
• Un matemático desmemoriado que se olvida de sumar y restar (Carlos)
• Un cantante que no canta ni sol, solet (Iván)
• Un león cobarde que no puede dar ni un rugidito (María)
• Una preciosa bailarina que no sabe dar un paso de baile (Vero)
• Un pintor que no pinta nada de nada (Marin)
• Un payaso que no da risa (Puky)
• Una muñeca que quiere tener sentimientos (Raquel)
• Un espantapájaros que no espanta ni aún solo pájaro (Sara)
• Un mago que no sabe sabe ni hechizar ( Ana )
¿Por qué estaban todos allí? Pues para emprender camino hacia Ciudad Esmeralda, donde casualmente vive el Mago OL que les concederá aquello que más ansían, la perfección (poder volar, tener memoria, valentía, corazón; destreza para bailar, cantar, pintar, hacer reír, espantar pájaros, lograr hacer magia ).
Pero creen que esforzandose pueden conseguir todos los frascos necesarios para conseguir la perfección, pero no es asi, ya que al medir el grado de perfección no logran llegar ni a la mitad del termometro gigante.
Asi que se van en busca del Mago del OL, pero al llegar al castillo, los guardianes solicitan que los grandes entren a hacer la cena, si quieren saber donde esta el Mago.
Después de llenar sus barrigas de unos ricos macarrones y salchichas, llega el tan soñado momento, todos los personajes están ante el gran Mago OL, cuando parece que les va a conceder la perfección, nuestros queridos amigos quedan patidifusos ya que OL alega tener mucho sueño, y les aconseja que vuelvan mañana. ¡¡¡¡Que decepción!!!!
Nuestros personajes se despiertan con unas ganas increíbles, todos sienten que son capaces de hacer muchas cosas, más de las que ellos creían… Y que juntos y trabajando unidos han conseguido superar muchos obstáculos, este viaje se lo ha demostrado. De nuevo ante el mago, este les pide una última demostración de que son merecedores de la perfección por ello tendrán durante la mañana que demostrar que son capaces de superar toda clase de pruebas utilizando el ingenio, la astucia y sus habilidades físicas, todo esto limitados de alguna parte del cuerpo o acompañados de algún compañero.
El mago les concede la perfección, pero nuestros personajes dudan, ¿Qué sucede?... Comienzan a valorar si realmente necesitan ser perfectos, siéndolo no se tendrían que enfrentar a retos diariamente ni a intentar mejorar cada día… Un mundo de perfectos sería un mundo pobre y aburrido, donde no habría posibilidad de cambiar nada, sienten que son felices siendo imperfectos ya que es algo que les hace especiales y distintos de los demás.
